«Celebrar el centenario de la edición de La señora Dalloway en La Casa Amarilla, mediante la organización de un programa de exposiciones y actividades, significa reivindicar el legado de Virginia Woolf, cuyo pensamiento continúa siendo especialmente revelador en cuestiones tales como el antimilitarismo o la defensa del feminismo, tan vigentes en la actualidad. Virginia Woolf vivió sumida en un tiempo de estupor que todavía hoy continúa. Vivimos instalados en un tiempo de estupor, ya lo supo Valeriano Bozal, paralizados ante el horror de los acontecimientos que día a día amenazan con explosionar un mundo fragmentado. “El mundo temblaba y se estremecía y amenazaba con arder”, reflexiona Virginia Woolf en la voz del soldado visionario Septimus.
En la secuencia de obras que Ricardo Cotanda (La Eliana, Valencia, 1963) presenta en esta exposición -organizadas en dos series: “Me voy con las flores” y “Me voy con las algas”- el mundo se disuelve en las tinieblas de un cielo de tormenta cubierto con nubes negras que contienen todas las lágrimas. Una nube tenebrosa basta para hacer pesar, la desgracia sobre todo un universo, escribió Gaston Bachelard.»